101 iglesias y palacios barrocos
Catania cuenta con un amplio número de iglesias (¡más de 90!), que fueron construidas en su mayoría tras el desastroso año de 1693, momento en el que la ciudad fue sacudida por un terremoto avasallante. El centro histórico, con una vasta historia de 2000 años, tuvo que ser reconstruido casi piedra por piedra. Es por ello que el origen de los numerosos palacios, teatros y avenidas se remonta a los siglos XVII y XVIII. Entre todas estas grandezas barrocas algunas ruinas griegas y romanas nos recuerdan aún al antiguo pasado de Catania. Y restos de arquitectura bizantina, árabe y normanda nos demuestran que Sicilia ha sido siempre un importante cruce de culturas navegantes.
Piazza del Duomo
Un animado punto central de la ciudad lo forma la Piazza del Duomo En el medio de esta animada plaza se encuentra una fuente con un pequeño elefante negro. Dice la leyenda que el animal se petrificó con la lava del Etna. En la misma plaza se encuentra el famoso monumento de Catania: el Duomo di Sant’Agata. Una elegante catedral del siglo XVIII con una fachada de piedra blanca y gris, que se alza majestuosamente en contraste con el cielo azul de Sicilia. La catedral se construyó en memoria de Santa Águeda, una famosa mártir de la fe cristiana, que nació en Catania.
El antiguo mercado de marisco
La esencia de esta ciudad junto al mar se encuentra en el hermoso ’A Piscaria, el mercado de marisco situado junto a la Piazza del Duomo. Sus puestos rebosan de relucientes sardinas, peces espada y crustáceos, como los langostinos y las almejas (venéridos), que posteriormente se cocinan en platos de pasta. Los precios al kilo se gritan a viva voz en el melodioso acento de Catania: los visitantes del mercado obtienen una visión de la verdadera vida local. En los alrededores del mercado también se encuentran puestos con otros productos, como aceitunas, quesos, frutas y verduras.
Via Etnea
Desde la Piazza del Duomo hasta los pies del Etna se extiende la larga Via Etnea. Se trata de la avenida más conocida de la ciudad, rodeada por las casas señoriales del siglo XVIII. No solo es la calle comercial más grande de Catania, con infinidad de famosas marcas italianas, sino que constituye también el mejor lugar para admirar el volcán. ¡Aún en la distancia surge su impresionante sombra! Paseando lentamente a lo largo de la Via Etnea, se cruzará con hermosos parques, como el giardino Bellini, y plazas monumentales que le invitarán a hacer un descanso tomando un espresso.