Arma oculta de un luchador de la resistencia
Dilemas en tiempo de guerra
Después de la invasión alemana, la situación se volvió muy difícil en los Países Bajos, ya que el hambre y la pobreza se apoderaron de la población. Mientras tanto, la población judía sufría una persecución aún mayor. Muchos neerlandeses se enfrentaron a una difícil elección: participar, no hacer nada o unirse a la resistencia. La exposición permanente del Museo de la Resistencia explica cómo hicieron frente a este dilema los neerlandeses. Las citas e historias personales acompañan a los objetos auténticos que se exponen. El movimiento de resistencia neerlandés se puso en marcha casi inmediatamente después de la invasión alemana. Se produjeron acciones manifiestas contra los ocupantes, como huelgas y protestas estudiantiles, así como operaciones clandestinas. La prensa ilegal, por ejemplo, socavó la censura alemana y la falsificación de documentos se convirtió en la norma. La resistencia también llevó a cabo sabotajes y ataques mortales. El mayor movimiento de la resistencia neerlandesa fue el LO (Landelijke Organisatie: una organización nacional que ayudaba a la gente a esconderse). Ayudó a aproximadamente 300.000 personas a encontrar sitios donde esconderse, incluidos 25.000 judíos.
El Museo de la Resistencia Holandesa
Guerra en las Indias Neerlandesas Orientales
El museo también cuenta con una exposición dedicada a las Indias Neerlandesas Orientales, una visita muy recomendable. Cuenta las apasionantes historias de aquellos que pasaron la Segunda Guerra Mundial en Indonesia, una antigua colonia neerlandesa. Esta historia, menos conocida, resulta fascinante. Las anécdotas y los objetos auténticos nos permiten hacernos una idea de las penurias que pasaron los neerlandeses, los colonos, los indonesios y los chinos. Los ocupantes japoneses trasladaron a campos de internamiento a gran parte de los civiles que residían en las Indias Neerlandesas Orientales. Los hombres, las mujeres y los niños de estos campos soportaban situaciones de extrema pobreza y hambre, al igual que los indonesios que vivían fuera. Fueron rescatados en agosto de 1945, varios meses después de la liberación de los Países Bajos.